Josép Pamiés, artífice de la llamada LA DULCE REVOLUCIÓN es un hombre campechano, sensato, accesible y rebelde, muy rebelde. Es poseedor de un conocimiento casi ancestral sobre las plantas y sus poderes para alimentar y sanar al hombre.
Pertenece a una familia de payeses que desde hace cuatro generaciones cultivan la tierra a orillas del río Segres. Ahora a sus 67 años nos ofrece toda su experiencia vital como un auténtico regalo de vida.
No se calla ni debajo del agua. Tal es su firme convicción sobre los beneficios de las plantas para la prevención y curación de enfermedades como la diabetes a través de LA ESTEVIA, LA PLANTA PROHIBIDA, y que puede ofrecer al mundo de forma altruista y muy barata, que no le ha importado sufrir la presión de las corporaciones de la industria farmaceútica y agroalimentaria que le ven como una amenaza.
Un hombre íntegro que no deja indiferente a nadie.
